miércoles, diciembre 28, 2005

Si señor y señora lector(a) me he percatado de lo consumista que es este país que, después de ser tan invadido por un producto, ya no es capaz de llamarlo por su verdadero nombre, siempre por la marca que lo identfica.
Que si uno quiere una bebida del tipo alternativas, uno pide marca primero y luego la submarca: "Oye, te encargo una Fanta, pero de las Tommy". ¿Estamos bien o no? Yo no lo creo, no lo sé.

Es que para esta Navidad, en un fin de semana se gastaron cerca de $90.000 para comprar unos regalos, ya que los pitufines que conviven con uno querían unas Zapatillas "Total 90" y unas poleras "Lotto".

¿Y hasta donde vamos con esto?
A perder nuestra identidad... ya empezó a pasar con la identidad de nuestros productos.

Ejemplos:

  • No compra papel Higienico, compra Confort.
  • No compra Toallas de papel, compra Toalla Nova.
  • No compra Toallas Higienicas, compra Donasept o Ladysan.
  • No compran lavalozas, compran Quix.
  • No compran agua mineral, compran Cachantun o Vital.
  • No compran desodorante, tiene que ser Axe.
  • No compran máquinas de afeitar, siempre es la Prestobarba.
  • No está la máquina depilatoria, está la Epilady.
  • No existe la leche en Polvo, está la Leche Nido.
  • Salchichas de Coctel... naaa... mejor Swancitos.

Las Empresas chicas utilizando tipografías similares a las de la competencia, reciclan paletas de colores ¿Para qué? ¿Para qué? Para vender más y más barato.

El chasco se lo lleva uno cuando llegando a la casa te topas con que el azucar no era Iansa sino Danza, el té no era Club sino que DyS, El Helado no era Savory sino que del Supermercado.

Gente querida, no se dejen llevar por la marca, sino por la necesidad.

Este comentario cuenta con el Gentil Auspicio de Falabella, Coca~Cola y Armonyl.

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